Y es que alguna vez tenia que pasar. Alguna vez tenía que crecer. En realidad me da mucha pena haber dejado atrás tantas cosas. No se como de pequeña podía querer crecer, es lo peor que me podía haber pasado en la vida. Pero alguna vez tenia que ocurrir, es una de esas cosas que no se pueden remediar. Recuerdo que cuando era niña soñaba con maquillarme, ponerme tacones, salir con mis amigos, y tener un príncipe azul que me llamara princesa. Todo se a cumplido, menos lo ultimo. Porque aunque me cueste admitirlo no existen los príncipes, si acaso solo existen los sapos, que siempre terminan haciéndome daño.
Y me acuerdo que envidiaba a la mas guapa y simpática de la guardería, porque todos los niños la querían. ¿Pero ahora? Los niños solo quieren a las mas putas, a las que más se maquillan y a las que mejor ligan.
Tetas y culo es lo único que necesita su mujer perfecta. Y pensar que antes querían a las que mejor jugara al escondite y la que mejor le cayera. Pero en fin esto es así. Algún día tendría que acabar aquí, perdidamente enamorada de un sapo. ¿Y que me decís de los enfados? Yo me enfadaba por cualquier tontería, me enfadaba si me decían que no había pillado a alguien en el pilla pilla, pero una cosa si digo, me da igual lo que dijeran , yo los pillaba siempre.
Y lo que pensaban los demás me daba exactamente igual, que pensaran lo que quisieran, que yo iba a seguir tan feliz con mis dos coletas bailando por la calle.
Pero en el fondo aunque este en la adolescencia, tengo algo de niña pequeña todavía. Yo sigo esperando a mi príncipe azul, me sigue haciendo ilusión maquillarme y ponerme tacones, me sigo enfadando por tonterías, y en ocasiones, pongo la música de mi cuarto a todo volumen y me pongo a bailar con mis dos coletas.
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